Por Qué Un Partido Ecologista Para Chile
Luego de décadas de lucha para la constitución de un movimiento ambiental en Chile, en un país cuyo modelo de desarrollo esta centrado en la explotación de los recursos naturales, en el cual ha existido poca claridad en definir los límites entre el desarrollo económico versus la protección del medio ambiente, hemos comprobado que nuestras luchas como movimiento ambiental han tocado techo. Tenemos plena confianza en nuestras fortalezas, en denunciar los hechos que hacen peligrar nuestro medio ambiente, somos capaces de organizar a la sociedad y proponer soluciones desde su sector, pero debemos reconocer que nuestro movimiento, pese al arduo trabajo de personas plenamente comprometidas con la causa ambiental, presenta serias limitaciones políticas, lo que lo ha llevado a tener cero incidencia en la formulación de las políticas por las cuales se rige la sociedad, aquellas que son aprobadas por el Parlamento y promulgadas finalmente por el Presidente de la República.
En este sentido, al igual que en grandes países del mundo, existe en Chile un espacio real para que se constituya un Partido Verde, un Partido Ecologista, centrado en la visión de los problemas del país y particularmente en la protección de nuestro medio ambiente, el hombre y su ínter relación. Por lo tanto, un Partido Ecologista no evadirá hablar sobre temas como: los derechos humanos, la distribución del ingreso, una política de defensa no violenta y no armada y la igualdad de oportunidades para todos los chilenos. Es decir, es una alternativa de política verde y sustentable que se manifiesta en forma clara y precisa en temáticas que son propias de nuestra sociedad, ya que el ciudadano que finalmente vota, lo aquejan dichas problemáticas sociales.
Como ya ha ocurrido en varias partes del mundo, Chile necesita convertirse en un país cuyo eje central sea la sustentabilidad, promoviendo valores como la igualdad, la democracia y la justicia. Acrecentando la participación ciudadana a nivel local, para dar vida a leyes verdaderamente representativas de la sociedad. La historia nos ha demostrado experiencias muy exitosas como lo que ocurre con los verdes de Alemania, Francia, Bélgica y recientemente en el gobierno de Lula Da Silva en Brasil. En general los verdes son una fuerza emergente, que cada día crece y está presente en cerca de 100 países. Para el 2006, se han propuesto obtener cinco millones de votos en las distintas elecciones que se producirán en América.
Por lo tanto, esta iniciativa chilena llega en momentos en que ya no basta con protestar y llamar la atención de autoridades, sino que hay que incidir en las políticas ambientales en forma directa, para evitar la segura destrucción ambiental, a la que camina el país, si continua amparándose en el actual modelo económico, guiado por la insustentabilidad.
La llegada de un Partido Ecologista en Chile, es uno de los elementos que se espera concretar en este proceso de globalización que no es sólo económico sino también político. El movimiento ambiental chileno, con una marcada madurez, puede ocupar hoy un espacio en el plano político nacional y consolidar una fuerza verde
En general en un mundo donde las luchas ambientales son cada vez más recurrentes, se requiere de una fuerza política verde más coordinada, probablemente como a ocurrido en otras partes del mundo, habrá un periodo en el cual los chilenos deben internalizar los objetivos de esta nueva alternativa de país, para así comprender que los cambios en las políticas ambientales deben provenir desde la ciudadanía organizada, y por lo tanto, junto a los movimientos ambientales lograr una referencia política fuerte.
Para más inmformaciones puedes visitar www.partidoecologista.cl
Un grupo de distintos líderes sociales que nos hemos caracterizado por la defensa del medio ambiente, activistas, profesionales y jóvenes, hemos decidido impulsar en nuestro país la creación de un Partido Ecologista, si bien las luchas ambientales han aumentado, y han sido parte de un tradición importante del movimiento ambiental, es claro que ellas tienen sus limitaciones, ya que no cuentan con un poder político para convertirse en reales políticas verdes.